NO A LAS LEYES CONTRA LOS
INMIGRANTES
Círculos de Silencio
El sábado 7 de julio nos encontrábamos José
Luís y yo paseando por la Plaza
del Pilar, en Zaragoza, aprovechando la visita a esta histórica y acogedora
ciudad donde se encuentra nuestra hija Alba cursando sus estudios en
Veterinaria.
Habíamos decidido visitar algunos lugares
turísticos de la ciudad antes de regresar al día siguiente a nuestro pueblo,
cuando nos tropezamos de pronto con un grupo de manifestantes que llevaban
pancartas con eslogan que decían: ¡Ningún ser humano es ilegal! y estaban formando
un círculo frente a la
Basílica del Pilar. Nos acercamos para ver de qué se trataba
y nuestra sorpresa fue muy grata al comprobar que se trataba de un Círculo de
Silencio.
Los círculos de silencio quieren ser un gesto
pacífico permanente de denuncia ante la vulneración creciente de derechos de
las personas inmigrantes, y ayudar a tomar conciencia sobre la situación de
extrema injusticia que muchos de ellos sufren en el mundo. Especialmente
sangrante es la existencia en España de los Centros de Internamiento para
Extranjeros (CIES). Auténticas cárceles cuya existencia denuncian los
participantes de esta plataforma ciudadana para exigir su cierre.
Nos integramos en el Círculo que acababa de
empezar y permanecimos unidos a aquella buena gente en silencio durante una
hora.
En
actitud de respeto frente al que sufre y en silencio como forma de
diálogo, que apela a la conciencia de quienes hacen las leyes, de quienes las
aplican y de aquellos en cuyo nombre son hechas. Silencio como forma de acción
que aglutina a personas de distintas culturas, confesiones o ideologías, que
encuentran en el silencio solidario con los más empobrecidos un lenguaje común.
De vez en cuando algún miembro de
la Plataforma
rompía el silencio durante unos breves minutos para leer la historia de algún
inmigrante llegado a España en busca de un sueño que nunca logrará cumplir, como
el caso de Samba:
“Yo te traje al mundo; yo te vi crecer… y
ahora no puedo verte ni abrazarte; no me puedo despedir de ti. ¿Para esto has
venido a España, hija mía?”. Clementine se inclina, llorando a mares, sobre el
féretro de su hija Samba.
Samba murió a los 34 años el pasado 19 de
diciembre en el Hospital Doce de Octubre, adonde fue trasladada desde el
Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche. Llevaba semanas
enferma.
Su madre no lo entiende. “No veo claro lo
que pasó. Todo está oscuro. ¿Por qué murió mi hija?”, se pregunta entre sollozos.
Un juzgado está investigando si hay responsabilidades penales. Por eso se han
realizado dos autopsias. Por eso el entierro se ha demorado cinco meses. Por
eso el féretro estaba cerrado. Por eso Clementine no ha podido abrazar a su
hija por última vez.
O el
de Jawara:
Jawara vino de Gambia en 2008 con otras 85 personas,
escondidas en el cargamento de un pequeño barco pesquero. Se sentía afortunado
de haber sobrevivido al trauma del viaje, pues algunos de sus compañeros se
ahogaron o murieron en el mismo barco durante el trayecto. Puesto en libertad
después de 40 días detenido, para ir a buscar trabajo, ahora vive en un terreno
abandonado entre los invernaderos, cerca del mercado de la localidad almeriense
de San Isidro.
Los hombres duermen en la parte que aún conserva lo
que aparentemente es un techo. Se hacinan en tres habitaciones pequeñas,
mustias, con olor a humedad y a comida rancia y con las paredes ennegrecidas
por el camping-gas que utilizan para cocinar. El cuarto de baño es la
dependencia externa de al lado, cuyo largo techo se ha desplomado y sus
ladrillos reducidos a escombros. El salón es un sofá rescatado de la basura,
apoyado sobre unas paredes rotas. No hay servicios sanitarios, y los hombres
malviven entre el trabajo en los invernaderos de cultivo de tomate, la caridad
y el reparto de alimentos de la
Cruz Roja.
Jawara llegó a San Isidro para reunirse con su
hermano y, tan sólo tres meses después de su llegada, éste último murió a causa
de problemas renales. Al carecer de papeles y documentación, temían ir al
médico y no poder pagar los medicamentos. Su padre falleció también cuando él
se había ausentado.
Al igual que muchos de los entrevistados, Jawara
habló de la vergüenza y de lo indignante de sus condiciones, del racismo
generalizado y de lo poco que se les paga ahora en cualquier sitio. Rechazó ser
grabado, por miedo a que, en su regreso a casa, su familia pudiera verle en
semejantes condiciones.
La idea de esta iniciativa surgió en Toulouse,
y su promotor fue Alain Richard, franciscano comprometido con la
noviolencia activa desde hace más de cuarenta años.
Seguramente muchos de vosotros le recordaréis
por ser el autor del libro Pilares para una cultura de la noviolencia, que
traduje al español tras el regreso de Mario, nuestro Coordinador Estatal, que
participó en el ayuno contra la
Guerra de Irak, frente a la sede de la ONU , junto a Jean Baptiste
Libouban, Louis Campana, Alain Richard y otros compañeros del Arca y miembros de
otros grupos afines a la
Noviolencia.
Tras su puesta en marcha a finales del 2007, los
Círculos de Silencio han conseguido reunir una vez al mes a unas 10.000
personas de distinta procedencia, en más de 170 ciudades de Francia, Suiza y
Bélgica. En España se está realizando en varias ciudades como Madrid, Burgos,
Murcia, Tenerife, Valladolid, Lugo, Vitoria-Gasteiz....En Zaragoza comenzaron el 4 de mayo de 2012.
Son plataformas ciudadanas que aglutinan a
diferentes personas que ven la necesidad de unirse para enfrentarse a unas
leyes que están machacando la dignidad de las personas inmigrantes.
El círculo de silencio convocado para el mes de
julio era una acción reivindicativa contra el Real
Decreto Ley 16/2012, recientemente aprobado por el gobierno de España. Esta
nueva ley pretende volver décadas atrás cuando el derecho universal a la
sanidad era sólo de los cotizantes y no de todo ser humano. El RDL 16/2012 es
una nueva ley injusta que se va a ensañar con los más débiles, con los que
menos pueden y con los que más están sufriendo la situación actual que llaman
crisis. Para miles de personas va a suponer un auténtico apartheid sanitario,
condenando a muchos a sistemas sanitarios de beneficencia como a principios del
S.XIX, o condenándoles directamente a su suerte.
El 1 de septiembre, miles
de personas se quedarán sin asistencia sanitaria, con el agravante de que estas
personas, inmigrantes la mayoría, contribuirán a financiar nuestra sanidad
(pues aunque no tengan papeles van a seguir pagando impuestos como el IVA o
tasas especiales) sin poder disfrutar de ella. Esto supone la fractura de los
principios de universalidad, solidaridad e igualdad que deben presidir el
acceso a derechos fundamentales.
Ninguna de las conquistas
sociales de las que colectivamente nos sentimos más orgullosos, como la de
nuestro Sistema de Sanidad Universal, nació como una cesión de los poderosos,
sino como una conquista, fruto de la lucha de los trabajadores. Hoy como ayer
hay que luchar para seguir extendiendo la conciencia de solidaridad en la
humanidad. Y lo que no se lucha, se pierde.
Como dice el Doctor Josep Basora, presidente de la Sociedad Española
de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC):
“Los criterios utilizados no han
respetado los mínimos de la Organización Mundial de la Salud ”
Como presidente de
una sociedad científica que representa a unos 20.000 profesionales de Atención
Primaria de toda España anima públicamente a objetar, creando incluso una red
de médicos objetores, que hacen suya la frase:
“Mi lealtad con los
pacientes hace que no sea posible faltar a mi deber ético profesional e
incurrir en el abandono (…) Es mi voluntad poder seguir atendiendo a las
personas que son mis pacientes y que no tienen permiso de residencia”.
Un documento que van
a enviar al Colegio de Médicos Provincial, al Servicio de Salud correspondiente
(excepto Andalucia, Asturias, Catalunya y Euskadi) y a la Organización Médica
Colegial (OMC). Una manera de
oponerse a lo que consideran una medida inmoral e injusta y que pasa por
ejercer el derecho a la objeción de conciencia.
Cabe preguntarse si la asistencia
sanitaria es o no un derecho fundamental de las personas
SANIDAD PARA TODOS
¡NO AL APARTHEID SANITARIO!
http://circulodesilenciozaragoza.blogspot.com.es
Rosa Valles Martínez