Está en Albacete, y es la única en toda Castilla-La Mancha
Ofrecen su apoyo a aquellos que están en fase de duelo por la pérdida de un familiar. “Nos derivan a familias en esta situación desde párrocos a médicos y psicólogos”.
Quien ha tenido el infortunio de pasar por ello no duda en afirmar que no hay trago más amargo que sentir la pérdida de un ser querido. Y más cuando ese ser amado es un hijo. Siempre hemos escuchado aquello de "un padre nunca debería sobrevivir a sus hijos". Con el objetivo de ayudar, pues, a las familias que se han visto inmiscuidas en esta desdichada situación, nació en 2005 la Asociación de Ayuda en el Proceso de Duelo Talitha, como iniciativa de diversos matrimonios que habían sido parte de este drama familiar. "Cogimos la idea de otras asociaciones que existían en otras provincias, como en Bilbao o Alicante, porque no existía ninguna de este tipo en toda Castilla-La Mancha", explica Pilar Martínez, secretaria de Talitha. "Necesitábamos ayudarnos a nosotros mismos y también que otros en la misma situación pudieran beneficiarse de este bien que nos estábamos haciendo", afirma Pilar, quien también perdió a un hijo.
Y en verano...
Cada persona es un mundo y lo mismo pasa con el sentimiento de dolor, aunque “en esta época de vacaciones y ausencia de obligaciones, el tiempo se para y ver que la gente sigue con su vida es muy difícil”.
Se definen a sí mismos como “un amigo al que puedes contar cualquier cosa sin miedo y con confianza”, asegura Pilar, “pero quien además va a empatizar contigo porque ha pasado por la misma experiencia que tú”. También tienen psicólogos cuando el grupo de personas al que están acogiendo está pasando por un duelo muy fuerte y necesitan una ayuda más especializada. Pero su papel fundamental es el de “sostenedor”, es decir, intentan “sostener a las personas que están pasando por momentos de mucho dolor”, pero, a diferencia del papel del psicólogo “no imponemos una serie de tareas o de ejercicios, sino que tratamos de que esta familia vea que no está sola y que las circunstancias dolorosas que están atravesando son las mismas por las que han pasado otros y, ante esto, sienten alivio”. Pilar quiere que la sociedad entienda el sufrimiento de estas familias, puesto que “ves lo que pasa a tu alrededor pero no eres consciente de ese drama y de lo que supone hasta que te pasa a ti”.
Quien ha tenido el infortunio de pasar por ello no duda en afirmar que no hay trago más amargo que sentir la pérdida de un ser querido. Y más cuando ese ser amado es un hijo. Siempre hemos escuchado aquello de "un padre nunca debería sobrevivir a sus hijos". Con el objetivo de ayudar, pues, a las familias que se han visto inmiscuidas en esta desdichada situación, nació en 2005 la Asociación de Ayuda en el Proceso de Duelo Talitha, como iniciativa de diversos matrimonios que habían sido parte de este drama familiar. "Cogimos la idea de otras asociaciones que existían en otras provincias, como en Bilbao o Alicante, porque no existía ninguna de este tipo en toda Castilla-La Mancha", explica Pilar Martínez, secretaria de Talitha. "Necesitábamos ayudarnos a nosotros mismos y también que otros en la misma situación pudieran beneficiarse de este bien que nos estábamos haciendo", afirma Pilar, quien también perdió a un hijo.
Y en verano...
Cada persona es un mundo y lo mismo pasa con el sentimiento de dolor, aunque “en esta época de vacaciones y ausencia de obligaciones, el tiempo se para y ver que la gente sigue con su vida es muy difícil”.
Se definen a sí mismos como “un amigo al que puedes contar cualquier cosa sin miedo y con confianza”, asegura Pilar, “pero quien además va a empatizar contigo porque ha pasado por la misma experiencia que tú”. También tienen psicólogos cuando el grupo de personas al que están acogiendo está pasando por un duelo muy fuerte y necesitan una ayuda más especializada. Pero su papel fundamental es el de “sostenedor”, es decir, intentan “sostener a las personas que están pasando por momentos de mucho dolor”, pero, a diferencia del papel del psicólogo “no imponemos una serie de tareas o de ejercicios, sino que tratamos de que esta familia vea que no está sola y que las circunstancias dolorosas que están atravesando son las mismas por las que han pasado otros y, ante esto, sienten alivio”. Pilar quiere que la sociedad entienda el sufrimiento de estas familias, puesto que “ves lo que pasa a tu alrededor pero no eres consciente de ese drama y de lo que supone hasta que te pasa a ti”.
Numerosas actividades organizadas por la Asociación Talitha durante el año
El “alma” de la asociación, como lo denomina la secretaria Pilar Martínez, son los grupos pequeños, no más de ocho personas, que se hacen todas las semanas para que cada uno exponga su experiencia. Son grupos abiertos y siempre está presente un profesional. A veces también tienen grupos “homogéneos”: o todos han perdido a un hijo, o todos han perdido a un hermano, o juntan en un mismo colectivo a personas que están pasando por un duelo especialmente duro. Durante el año llevan a cabo diferentes actividades como son charlas, conferencias y jornadas, en las que invitan a psicólogos de Albacete para que les ayuden. Realizan talleres, como “arteterapia”o “risoterapia”, así como danza., música o yoga. En julio hacen balance del curso y en septiembre se reúnen para preparar las nuevas actividades que comenzarán en octubre. En agosto están parados, pero el teléfono de atención siempre está operativo, pues su ayuda estará “siempre que se necesite”.
“Nos centramos sobre todo en la fase del duelo”
En la actualidad la asociación está formada por unas 170 familias y, aunque inicialmente se formó para ayudar a padres que hubieran experimentado el fallecimiento de un hijo, más tarde decidieron ampliar sus servicios y así “apoyar a quienes hubieran perdido hermanos o a grupos de duelos, como viudas0”. Esta asociación se centra en la conversación, en escuchar a los demás, “siempre desde el respeto, sin hacer comparativas”.
Fases de la pérdida
La primera es la negación: “es muy dura”. Sobre todo para aquellos que han sufrido una muerte traumática, como un accidente o un suicidio, “el proceso de duelo es muy doloroso”. La segunda está compuesta por la rabia y la culpa y “es la más larga”. Comprende todas las preguntas que empiezan por “por qué” y por “y si”. Después vendría la entrega al dolor, donde se puede caer en depresión, pero es necesaria puesto “que es el camino a la aceptación”. La fase de aceptación es “cuando vuelves a sonreír y puedes volver a vivir, ya que a la persona perdida la ubicas en tu vida de una manera no dolorosa, donde solo recuerdas lo mejor de ella”. Se dan recaídas, sobre todo “ante cumpleaños o fechas especiales como Navidad”.
Financiación
Casi toda la financiación es voluntaria. Las sesiones y los grupos se forman con trabajo de voluntariado. Pero también reciben subvenciones por parte de la Diputación y el Ayuntamiento de Albacete y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. A parte también necesitan financiación para pagar a los psicólogos que los visitan o a profesores. También los socios pagan una pequeña cuota.
El “alma” de la asociación, como lo denomina la secretaria Pilar Martínez, son los grupos pequeños, no más de ocho personas, que se hacen todas las semanas para que cada uno exponga su experiencia. Son grupos abiertos y siempre está presente un profesional. A veces también tienen grupos “homogéneos”: o todos han perdido a un hijo, o todos han perdido a un hermano, o juntan en un mismo colectivo a personas que están pasando por un duelo especialmente duro. Durante el año llevan a cabo diferentes actividades como son charlas, conferencias y jornadas, en las que invitan a psicólogos de Albacete para que les ayuden. Realizan talleres, como “arteterapia”o “risoterapia”, así como danza., música o yoga. En julio hacen balance del curso y en septiembre se reúnen para preparar las nuevas actividades que comenzarán en octubre. En agosto están parados, pero el teléfono de atención siempre está operativo, pues su ayuda estará “siempre que se necesite”.
“Nos centramos sobre todo en la fase del duelo”
En la actualidad la asociación está formada por unas 170 familias y, aunque inicialmente se formó para ayudar a padres que hubieran experimentado el fallecimiento de un hijo, más tarde decidieron ampliar sus servicios y así “apoyar a quienes hubieran perdido hermanos o a grupos de duelos, como viudas0”. Esta asociación se centra en la conversación, en escuchar a los demás, “siempre desde el respeto, sin hacer comparativas”.
Fases de la pérdida
La primera es la negación: “es muy dura”. Sobre todo para aquellos que han sufrido una muerte traumática, como un accidente o un suicidio, “el proceso de duelo es muy doloroso”. La segunda está compuesta por la rabia y la culpa y “es la más larga”. Comprende todas las preguntas que empiezan por “por qué” y por “y si”. Después vendría la entrega al dolor, donde se puede caer en depresión, pero es necesaria puesto “que es el camino a la aceptación”. La fase de aceptación es “cuando vuelves a sonreír y puedes volver a vivir, ya que a la persona perdida la ubicas en tu vida de una manera no dolorosa, donde solo recuerdas lo mejor de ella”. Se dan recaídas, sobre todo “ante cumpleaños o fechas especiales como Navidad”.
Financiación
Casi toda la financiación es voluntaria. Las sesiones y los grupos se forman con trabajo de voluntariado. Pero también reciben subvenciones por parte de la Diputación y el Ayuntamiento de Albacete y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. A parte también necesitan financiación para pagar a los psicólogos que los visitan o a profesores. También los socios pagan una pequeña cuota.
Tel.697865544
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