sábado, 29 de octubre de 2011

EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE POR RAYMOND MOODY


Raymond Moody estudió filosofía y se licenció en la Universidad de Virginia donde obtuvo un B.A. (1966), un máster (M.A., 1967) y un doctorado (Ph. D., 1969) en dicha especialidad. También obtuvo un doctorado en psicología en la West Georgia College, donde más tarde sería profesor. En 1976, le concedieron el doctorado (M.D.) en el Medical College de Georgia. En 1998, Moody fue designado Chair in Consciousness Studies en la Universidad deNevada, Las Vegas. Tras obtener su doctorado, Moody trabajó como psiquiatra forense en el hospital estatal de máxima seguridad de Georgia. Raymond Moody es mundialmente famoso por haber escrito el libro Vida después de la Vida, uno de los libros mas vendidos y traducidos del mundo del cual se estima que se han vendido unos 110 millones de ejemplares desde que salió a la luz en 1975. Se trata de un estudio sobre los fenómenos psíquicos que acontecen en los momentos próximos a la muerte. Se hizo una película con el mismo nombre de su libro más famoso; Vida Después de la Vida (Life After Life), película con la que ganó una medalla de bronce en la Categoría de Relaciones Humanas (Human Relations Category) del Festival de Cine de Nueva York (the New York Film Festival). También le concedieron el Premio Mundial Humanitario (World Humanitarian Award).
Para cualquier estudioso del tema es una gran responsabilidad hablar de esto.
El Doctor Moody es master y profesor en filosofía. Especializado en la lógica y el griego antiguo. Después estudió Medicina y se especializó en psiquiatría, ejerciendo como psiquiatra forense. Para él es muy solemne hablar de esto por tres razones:
1.- el tema de la vida después de la muerte es muy complejo y difícil.
2.- Su héroe académico es Platón, quien enfatizó la gran trascendencia del tema de la muerte, diciendo: aunque es la experiencia más importante, también es la más difícil”. Platón creó el sistema universitario en Atenas y hoy día continúa siendo vigente en todas las universidades.
3.- Cuando un doctor habla de la vida después de la muerte, a menudo los que escuchan son personas en duelo por la muerte de un ser querido. Este es el motivo que les lleva a interesarse por el tema. Por eso cualquier investigador que hable del tema de forma afirmativa les pone en una posición muy vulnerable, aunque también les da mucha esperanza. Y sabe que estas personas tras escucharle a él, escuchan a continuación a otros investigadores que niegan lo que él afirmó y entonces se sienten desilusionados y desconsolados, porque el dolor que había desaparecido regresa de nuevo y estarán enfadados al pensar que les ha engañado o se sentirán confundidos.
Por todo esto, para él es muy serio hablar como lo hace. Su mensaje es genuino porque tiene una explicación racional, a partir de sus investigaciones y las de otros compañeros que se basan en los últimos estudios con la conclusión de que “Sí existe la vida después de la muerte”. Porque cualquier pieza de su investigación está consolidada por la validación de otros investigadores. No lo dice como una creencia personal, sino superando retos de los más escépticos de sus colegas y siendo finalmente aceptado. Este tema tendrá implicaciones en campos como el de la Psicología, la Medicina, la Cosmología y la Física. Y basa su confianza en el conocimiento de otros investigadores expertos en estos campos. Él les pidió que buscaran errores o defectos en sus propias investigaciones y todos de manera unánime le contestaron que no los había y que su trabajo era muy válido.
Pero como cualquier estudio, el suyo lleva un tiempo hasta su integración en la sociedad. Los primeros que lo integrarán en su comprensión serán los cognitivos, racionalistas o mentales. Será gente que disfrute pensando o experimentando por mera curiosidad; luego serán los analíticos y lógicos y a continuación los enfermos y la gente que tiene paciencia para escucharle. Por último, quienes tienen sentido del humor. Cuando la gente explore esto tendrá un despertar hacia una nueva dimensión del ser humano que se expandirá al resto de la Humanidad.
Divide su presentación en tres partes:
1ª) Investigaciones sobre experiencias cercanas a la muerte en las que basó su famoso libro: “Vida después de la Vida”.
2ª) Su reciente investigación que le entusiasma y que se publicará próximamente en un nuevo libro.
3ª) Explicará cómo sus investigaciones romperán el hielo en la gente que quiera ver el tema desde el punto de vista racional.
Después retará a los doctores y estudiantes del público a que le cuestionen o que le objeten.
1ª) El Doctor Moody no pertenecía a una familia religiosa. Su padre era cirujano y militar profesional. Era una persona muy autoritaria y participó en la Segunda Guerra Mundial. Pronto, al crecer sintió interés por la astronomía. A los 7 años construyó su primer telescopio. Durante sus estudios universitarios de Filosofía, y tras leer la República de Platón, obra que tiene mucho que ver con la experiencia de la muerte, decidió que quería ser filósofo. Era el año 1962 y en 1965 tuvo una experiencia inolvidable mientras cursaba su tercer año de Filosofía. Uno de sus profesores le dijo que en Virginia había un doctor que tres años antes había sido declarado muerto, era el profesor Richi que impartía clases de psiquiatría. R. Moody fue a una de sus charlas para escucharle y a partir de ahí su vida cambió. En 1969 se graduó en Filosofía y comenzó su carrera como profesor. Empezó a escuchar historias parecidas de sus estudiantes a cerca de experiencias cercana a la muerte. En 1975 publicó su libro “Vida después de la Vida” y a partir de este momento, comenzó a escuchar a muchos médicos que le afirmaban haber tenido pacientes, que les habían contado sus experiencias cercanas a la muerte. En las experiencias cercanas a la muerte de pacientes que han sufrido una parada cardíaca se da casi siempre la misma estructura:
1º. Escuchan un sonido como un zumbido, una nota musical o una melodía maravillosa. En ese mismo instante, escuchan a un médico o enfermera decir “se nos ha ido”, “no hay nada que hacer”, o “se ha muerto”. Cuando escuchan esto, se sorprenden mucho, pues se sienten más vivos que nunca. Sienten su estado de consciencia más elevado que nunca y tienen una perspectiva diferente de la situación, se elevan sus cuerpos y miran desde el techo de la habitación del hospital, ven su cuerpo físico que yace en la mesa de operaciones. Dicen que a pesar de estar fuera de su cuerpo físico, sienten que aún tienen un cuerpo, afirman que es algo muy difícil de explicar con palabras.
Que este cuerpo tiene forma y extremidades, pero que posee propiedades muy raras, por ejemplo: ven que pueden comprender el lenguaje técnico con el que intercambian sus opiniones los médicos y enfermeras.
Que lo captan pero no de forma física, sino sensitiva y que intentan hablarle a los médicos sin obtener respuesta. Se preguntan ¿Cómo es posible que esté aquí arriba viendo mi cuerpo? Se extrañan de que nadie les conteste, frustrados intentan tocarles pero viendo cómo su mano atraviesa el cuerpo físico sin que sientan nada.
Entonces, toman conciencia de que es probable que estén muertos y entran en un estado de consciencia difícil de explicar, da igual la clase social, ni cuántos idiomas hablen, es absolutamente indescriptible. Intentando acercarse a una explicación que lo defina, todos dicen que se acercan a un pasillo o túnel y que lo atraviesan hasta llegar a una luz luminosa y confortadora, más brillante que ninguna que hayan podido ver antes, pero que no les molesta a los ojos. Los únicos sentimientos que sienten son paz, confort, alegría y compasión. Bajo el efecto de esta Luz experimentan un Amor que nunca antes habían vivido. En esa luz se encuentran con familiares y seres queridos fallecidos que les reciben. Todos afirman que los ven cambiados y diferentes de cómo los veían aquí. Los encuentran más vitales y más rejuvenecidos. No los reconocen en su cuerpo físico normal porque allí tienen un cuerpo diferente. Se reconocen de corazón a corazón, o de mente a mente. En estos instantes la luz se intensifica y ellos la describen como un Ser personalizado de Amor incondicional y de compasión. Los cristianos le llaman Cristo, los judíos dicen que es un Dios o un ángel y gentes de otras religiones usan otros nombres. Pero siempre coinciden en que es una entidad personalizada con mucho Amor. Entonces todo lo demás desaparece y ven un color tridimensional que se mueve de manera holográfica y panorámica. En ese momento ven cada acción que han realizado en esta vida, acompañados de este ser de Luz y de Amor. La gran dificultad es expresar en palabras la duración del tiempo en que transcurre esa vista panorámica, porque sucede de forma instantánea, todo a la vez, cada imagen y cada acción. Al intentar explicarlo, deben hacerlo de forma secuencial, a pesar de que su experiencia no lo fue. Otra característica es que no perciben las acciones de la misma manera que cuando las vivieron en la Tierra, porque se ven como si fueran otra persona, pero sintiendo el efecto que nos ha producido cada acción. Si por ejemplo vemos que estamos cometiendo una mala acción a otra persona, sentimos y somos conscientes de lo que ha sentido esa persona, sentimos su malestar y su tristeza, si es una buena acción, sentimos su alegría y su bienestar. Nos volvemos empáticos. El Ser de Luz que les acompaña está ahí para ayudarles a comprender, pero no existen ni las palabras ni la voz, sino que la comunicación se produce a través de la consciencia. Este Ser les pregunta: ¿Cómo has aprendido a amar? Todos sus pacientes los pacientes que les han contado sus experiencias cercanas a la muerte, utilizan tres formas de expresión para contar su regreso a la Tierra:
1.- unos dicen que no saben cómo lo hicieron, que de pronto todo desapareció y se vieron de nuevo en el hospital.
2.- otros dicen que les han dicho (el Ser o un familiar), que debían volver para acabar su trabajo en la Tierra, pero sin ninguna razón concreta de para qué, aunque más tarde la pusieron descubrir.
3.- les dieron a elegir entre volver a la Tierra o quedarse allí. Y por supuesto, los que regresaron es porque eligieron hacerlo.
Estas experiencias tienen unos efectos secundarios muy potentes. Todos afirman que lo más importante en esta vida es aprender a amar, no importa la meta que hayan llevado hasta entonces. Su experiencia como psiquiatra le dice que el ser humano siempre busca algo. Algunos buscan poder, esto es difícil de comprender para él porque no se explica como se puede tener sobre uno mismo. Otros buscan la fama y no se identifica con ellos porque es demasiado tímido. Otros el dinero, pero él nunca lo ha hecho. Y para otros la búsqueda es para obtener conocimiento, él se identifica con estos últimos. Pero para aquellos que han tenido experiencias cercanas a la muerte, su búsqueda cambia y a partir de ahí dejan de sentir miedo por la muerte y buscan relaciones humanas más amorosas. Se dan cuenta de que la muerte es una transición. Todos se sienten con una vitalidad renovada por querer saber y vivir, y por comprender. Muchos vuelven a la Universidad para estudiar y saber más a cerca de la muerte. Tras los 44 años que lleva escuchando a sus pacientes, no le resulta algo rutinario, sino todo lo contrario. Hace 5 años asistió a un Congreso Internacional sobre la Consciencia en Kansas. Allí conoció a una mujer de EEUU muy conocida por ser una psicoterapeuta de gran prestigio mundial. Ella le contó lo que le sucedió a su hijo 4 años antes, cuando tenía 30 años y era bombero. Entonces, padecía de un neurisma aórtico y le operaron con éxito. Al mismo tiempo que le llevaban al quirófano para la intervención, su esposa entraba al paritorio para dar a luz. Cuando comenzó a recobrar la consciencia tras la operación, le contó a su madre que mientras sufría la parada cardiaca, salió de su cuerpo y mientras subía por el túnel, vio a su hija que iba a nacer. Ella le cogió de la mano y le llevó de nuevo a la Tierra. Durante los tres meses de su recuperación, le pusieron a su hija recién nacida en el pecho. En el momento de contarle la historia, la niña tenía 4 años y padre e hija se sentían muy unidos.
Otro caso, hace unos años en Atlanta, una mujer de 30 años que era muy respetada como música y artista, padecía de un neurisma cerebral sin posibilidad de operación.
La familia buscó por todos el mundo a un doctor que les pudiera ayudar. En Arizona encontraron un grupo de cirujanos que estaban llevando a cabo nuevas operaciones en el cerebro. La llevaron hasta allí y la operaron en una camilla con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo. Comenzaron a enfriar el cuerpo de la mujer y pararon su corazón. Entonces elevaron la parte de la camilla que soportaba la cabeza y succionaron toda la sangre del cerebro. Durante este tiempo comprobaron la frecuencia de su cerebro a través del encefalograma. Sin presión sanguínea pudieron acceder al cerebro de la mujer e intervenir el neurisma. Después, comenzaron a calentar su cuerpo y su sangre, que subió de nuevo al cerebro. Entonces, empezaron a resucitar su corazón, pero después de la operación, ella contó que había dejado su cuerpo y pudo describir las herramientas que habían utilizado los médicos. Describió su viaje hacia la luz y que un tío suyo le dijo que tenía que regresar. Volvió a ser la misma artista y música famosa que era antes de la operación.
En la actualidad, en Occidente se habla con frecuencia de este tema en el campo científico. Hay muchos científicos escépticos que intentan explicar estas experiencias como algo alucinatorio fruto de una reacción bioquímica. Cuando alguien muere, su cerebro pierde oxígeno y eso produce las reacciones alucinatorias. Pero hoy en día, esta teoría está siendo rechazada y descartada. Nos hablan de un fenómeno incluso más importante que estas experiencias cercanas a la muerte, porque los componentes de estas experiencias se trasladan a la gente que les rodean. En diciembre de 1972, mientras estaba en la librería del centro médico, en su primer año como médico, estaba consultando una revista y una mujer se le acercó y se presentó. Enseguida la reconoció porque la había visto en una fotografía que hay en una sala de la Universidad. Le dijo que le quería contar una historia que le había ocurrido hace varios años y le llevó a su oficina. Le explicó que había nacido en una familia no religiosa y de médicos, unos meses antes había tenido la desafortunada experiencia de tener que resucitar a su madre, pero finalmente esta murió. Le contó que ella sintió cómo su espíritu dejaba su cuerpo y se elevaba junto al de su madre, desde arriba podía ver a sus cuerpos físicos. Se sentía confusa y miraba a su alrededor para ver lo que ocurría. Entonces vio el cuerpo de su madre bajo una forma espiritual, se despidió de ella amorosamente y la vio ir hacia una luz brillante que emanaba de una especie de tubo. En esta luz, observó a sus seres queridos que venían para recibir a su madre, entre ellos había gente que ella desconocía pero que eran también sus ancestros, a los que no había conocido. Entonces vio una especie de reunión de esa gente con su madre para después introducirse en el tubo e irse hacia la luz. Al entrar en el tubo, este se cerraba en espiral como una cámara de fotos. Entonces ella se vio de nuevo en su cuerpo físico junto al cuerpo físico de su madre muerta en la cama del hospital.
Esta fue la primera experiencia del fenómeno que él llama experiencia empática de la muerte, que suele ocurrir a los seres queridos de la persona que muere, aunque también sucede a veces a médicos o enfermeras que se encuentran junto al que muere. ¿Por qué no ha escrito nada de esto en su libro famoso? Porque solo ha escuchado un caso y por mantener el secreto de este testimonio. Pero desde aquel momento ha tenido miles de casos de personas que le han contado sus experiencias compartidas de experiencias cercanas a la muerte. Estas personas que se encuentran al lado del que muere hablan de que escuchan música o sonidos, ven salir al espíritu y abandonar el cuerpo físico. También ven una esfera compleja de colores o de luz dorada que se eleva y se va. Y también cuentan que toda la habitación se ilumina con una luz de mucho Amor y que los seres queridos vienen a recibir al cuerpo espiritual del que se va. Ven cómo sus propios cuerpos espirituales acompañan a ese ser que se va hasta que llegan a la luz y regresan, entonces ven su propio cuerpo físico junto al del fallecido.
Para finalizar su exposición, nos habla de la parte más difícil de entender. Y es que algunas personas que acompañan al que muere participan de la vista panorámica o de revisión de su vida. Hace 4 ó 5 años una señora le contó lo sucedido al fallecer su marido, con el que había estado casada durante 50 años, eran amigos desde la infancia, a los 17 años quedó embarazada. En aquella época, en Georgia estaba muy mal visto tener un hijo fuera del matrimonio. No sabían cómo contárselo a sus padres y no barajaron la opción del aborto, así es que se casaron. Era 1950 y no había métodos para averiguar el sexo del bebé. Durante el embarazo, abortó de forma natural, pero la pareja siempre tuvo la sensación de haber engendrado un niño varón y se comunicaban con él a pesar de no haber nacido vivo. Por problemas de esterilidad/ fertilidad no pudieron tener hijos. Al cabo de bastantes años, el marido enfermó de cáncer y empeoró rápidamente. Ella decidió dejar su trabajo en el banco desde el mismo día que le dieron la noticia para cuidarle y permanecer inseparablemente a su lado. Mientras moría en el hospital, ella vio junto a su marido la visión panorámica de sus vidas, donde compartían numerosos momentos. Ella describía al Ser de Luz, de Compasión y de Amor que les acompañaba y les ayudaba a comprender todo lo que veían. Había partes bloqueadas como con un panel, que les impedía ver y este Ser les explicaba que no era un secreto para ella, sino que aún no era el momento adecuado para que ella lo viera. Cuando llegaron a la parte de su relación en la que se produjo el embarazo, vio a una niña bajo la forma espiritual que aparecía y les explicaba que era la niña que habían perdido. En esos instantes, el marido se fue, adoptando un cuerpo transparente y ella regresó a su cuerpo físico.
El Dr. Moody ha oído y conocido muchos casos en distintos lugares del mundo. En su opinión esto echa por tierra a los escépticos a cerca de estas experiencias. En el caso de la persona que muere, se puede pensar que dichos fenómenos fueran consecuencia de la reacción bioquímica del cerebro del que fallece al perder oxígeno, pero ¿y cómo se explica esto en las personas que están a su lado? ¿Cómo se explica científica y racionalmente? Las experiencias que tenemos sobre la muerte no coinciden con las que provienen de la lógica del principio de Aristóteles. Como filósofo, si me pregunto ¿podemos tener pruebas lógicas razonables de que existe la vida después de la muerte? La primera respuesta de David Hume, filósofo que murió en 1776, aportó el método racional desarrollando la “causalidad” y habló de la razón inductiva, que es distinta del racionamiento deductivo. El inductivo es el que tiene en cuenta la ciencia. Los científicos dicen que esta fue una de las afirmaciones más importantes a cerca de la experiencia cercana a la muerte. D. Hume dijo que “para la razón de la luz parece muy difícil probar la inmortalidad del alma”. Y todos estaremos de acuerdo. Pero continuó diciendo: “que son necesarios nuevos métodos y nuevas facultades mentales para comprender esta forma de lógica”. Si pensamos en que son necesarios nuevos métodos de lógica, resulta muy difícil esperar que esto sea posible, porque la lógica que hemos seguido hasta ahora (la de Aristóteles) ha sido válida durante 23.000 años y la usamos cada día en nuestra vida cotidiana y también dentro de la ciencia.
También harán nuevas facultades mentales o poderes mentales, lo que también parece complicado si pensamos que conocemos bastante bien nuestra mente.
Los científicos piensan que cuando él dijo esto fue irónico y quiso decir que esto nunca ocurriría. R. Moody afirma estar convencido de haber resuelto esto, porque ha desarrollado un paquete de nuevos métodos lógicos, que son una extensión de los principios de Aristóteles, que incluye una nueva área. Estos principios nuevos logísticos abren una parte de la mente que desconocíamos hasta ahora. Estos principios tendrán muchas implicaciones en otras áreas como la Medicina, la Historia, la Psicología, la Cosmología y la Física. Muchos expertos en estos campos han afirmado que su trabajo es razonable, lo que va a permitir investigar de forma diferente las E.C.M. Recientemente está trabajando en un proyecto de un programa intensivo con expertos de estas áreas para explicarles sus investigaciones. Es un programa educativo que conlleva que estos expertos también escriban y desarrollen estas investigaciones. Él observa cómo los participantes de este programa abren su mente y por eso piensa que cuando tengan una experiencia cercana a la muerte, las comprenderán mejor y serán capaces de explicar lo que les ha ocurrido.
Para explicar estas nuevas facultades mentales necesita dar unos cuantos conceptos básicos de astronomía. Todos hemos oído que algunas estrellas “la llamamos alfa o de otra forma” están a 3.400 años luz de distancia, y un año luz es la distancia de la luz que viaja a 180.000 millas/año. Así pues, un años luz es muchísima distancia.
¿Cómo hemos hecho para averiguar esto? En 1920 el primer científico usó el parallax como método para averiguar esto. La teoría mecánica de Newton dice que el Sol está a 93 millones de millas de la Tierra. Los conceptos antiguos hablan de viajes, pero las nuevas fórmulas hablan de un análisis teológico al que le concierne la meta de esta experiencia. Esto da una perspectiva distinta de visión, porque se ve desde otro ángulo. Hay dos casos ya que le permiten seguir con estas investigaciones pero necesita más casos para crear un “patrón”.

Conferencia de Raymond Moody en el Seminario Vida después de la Vida 2009























miércoles, 19 de octubre de 2011

CONFERENCIA DE MARILYN ROSSNER

Conferencia enmarcada dentro del Seminario Vida después de la Vida
Celebrado en Albacete y organizado por la Asociación La Rosa de los Vientos del 31 de Octubre al 1 de Noviembre 2009

Marilyn Rossner lleva muchos años dedicándose a los niños con necesidades especiales porque sabe que es una experiencia preciosa, ella ve sus almas y aprende a través de ellas. Para ella, es un regalo. Su misión es hablar de que hay vida después de la muerte. Hasta hace muy poco, en el campo de la ciencia no se admitía hablar de la palabra intuición, sin embargo, hoy en día, hasta en el ámbito empresarial se habla de “desarrollar la intuición” en el campo de los negocios.
Esto le hace ver el mundo con más esperanza, porque ve que cada vez hay más gente que lucha por la Verdad con fuerza.
El Espíritu nos dice que tengamos más fe y que aprendamos a trabajar con esa fuerza que hemos traído a la Tierra y nos habla a través de la situación mundial actual. Si entendemos nuestra verdadera naturaleza y el propósito con el que hemos venido a la Tierra, si creemos que después de la muerte hay más vida, viviremos de otra manera.
Cuando era joven, un neurólogo le mostró la Unidad Especial de Neurología para jóvenes toxicómanos y le trasmitió un mensaje: “di a los jóvenes que no destrocen su cerebro con drogas para desarrollar sus capacidades, pues lo pueden conseguir de forma natural”. En toda familia existe una persona que se siente diferente, que no se siente integrada y que piensa que no le entienden. Desde que somos bebés, sabemos para qué hemos venido a la Tierra, somos conscientes de nuestro propósito y de lo que tenemos que experimentar, porque cuando éramos espíritus así lo elegimos.
El bebé pasa mucho tiempo en un estado de consciencia alterada pero este estado va desapareciendo a medida que crecemos. Al entrar en estos estados de consciencia alterada desarrollamos nuestra intuición, aprendemos a manejar nuestras emociones, a trabajar con la respiración y comprendemos mejor el funcionamiento de nuestra mente. La oración, la meditación y otras técnicas de relajación tienen un poder inmenso para entrar en estos estados de consciencia. Todo esto está avalado por investigaciones científicas. La muerte no es fácil de aceptar, especialmente para quienes se quedan tras perder a sus seres queridos. Pero tenemos que saber la muerte no es el final, y que después de la muerte hay vida. Después de morir nos enfrentamos con las experiencias que hemos tenido en nuestra vida, a cada situación. Durante 20 ó 21 días el espíritu está muy cerca de la Tierra y se va alejando poco a poco. El cordón etérico tarda en disolverse de 48 a 72 horas, por eso es mejor no enterrar o incinerar a la persona fallecida hasta que se disuelve.
Hay personas y oraciones que ayudan al espíritu del fallecido a emprender ese viaje, para guiarle hacia la Luz, no importa la religión a la que pertenecen. Es muy importante morir con una oración en la mente y perdonar a quienes nos han hecho daño. Casi todos asistimos a nuestro propio funeral e incluso a nuestra propia muerte, hay miles de testimonios de experiencias cercanas a la muerte que han narrado lo sucedido en su proceso tras su muerte clínica y su regreso a la vida.
Venimos al mundo con un número determinado de respiraciones y cuando termina nuestro espíritu sabe que ha llegado el momento de abandonar nuestro cuerpo físico.
Cuando una persona se está muriendo, siente miedo o rabia porque no sabe lo que le va a suceder, están confusos y puede que digan cosas que incluso hagan daño a quienes están a su alrededor. En los 20 o 21 días siguientes a nuestra muerte, vemos a personas queridas que murieron antes que nosotros y nos dan la bienvenida a través de una celebración. Disfrutamos del encuentro pero también vemos la tristeza de los que se quedan, vemos lo que ocurre en la Tierra. También recordamos todos los sucesos de nuestra vida y hacemos una revisión de ella, es el momento de perdonar a quienes nos han hecho daño. Es muy importante ir hacia la Luz en el momento de abandonar el cuerpo físico y nuestros guías espirituales nos ayudan a ir hacia la Luz.
Estos guías nos acompañan desde el momento de nuestro nacimiento y continúan junto a nosotros en el momento de nuestra muerte y durante el proceso posterior. Al nacer se nos corta el cordón umbilical que nos une a nuestra madre pero no el cordón etérico que nos une al mundo espiritual del que procedemos. Cuando nos morimos ese cordón nos conduce de regreso al lugar de origen. Allí no se duerme, ni se descansa, es un mundo muy activo donde continuamos nuestro trabajo, excepto si nos sentimos aún enfermos, entonces vamos a un lugar de descanso tras la muerte, son los hospitales espirituales. Las víctimas del suicidio cuando se despiertan están bastante cerca de la Tierra, no como almas perdidas, sino como almas que no han terminado su trabajo. Cuando lo terminen se marcharán al mundo espiritual. Normalmente se arrepienten de haberlo hecho. Las almas perdidas no nos hieren, no hay que tener miedo de ellas. Tenemos que ayudarles a ir hacia la Luz. Otra pregunta que suele hacer la gente es si los seres queridos que han fallecido antes que nosotros se convierten en nuestros guías, pero la respuesta es no. Ellos nos ayudan pero no son nuestros guías.
Los niños que se mueren cuando son pequeños o nacen muertos, ya sea por aborto o por accidente, son niños que tienen una misión muy especial en el mundo espiritual. Vienen con la predisposición de estar poco tiempo, para tocar el mundo terrenal y poder ayudar mejor en el mundo espiritual. Para la familia es muy duro vivir esta experiencia, por eso ellos les envían muchas señales para que sepan que están bien y que siguen cerca para ayudarles. Muchos de estos niños se convierten en guías espirituales de la alegría para que recordemos lo importante que es la alegría de vivir. Es frecuente ver a niños enfermos, que sufren el sida o el hambre, discapacitados, autistas o con parálisis cerebrales. Antes se creía que era un castigo de Dios, pero no es verdad. Esos niños han seleccionado a sus familias antes de encarnar con una misión específica, como un gran sacrificio para que les cuiden y que abran su corazón y les amen. Les traen una gran lección: “sus almas son perfectas porque el alma no puede ser imperfecta ni estar enferma”. Siempre dicen: “no sintáis pena por nosotros porque somos perfectos”.
En el mundo espiritual también podemos evolucionar, cuando encarnamos de nuevo lo hacemos con una misión o propósito específico para seguir aprendiendo. Nadie puede suprimir su Karma, tenemos que aprender a manejar nuestras emociones a través de la práctica espiritual, yoga, oración y meditación. Cada uno a su manera para entrar en estados de consciencia alterada que nos conectan con nuestro ser interior o Yo Superior. Cuando se nos da un mensaje o profecía hemos de tener cuidado antes de creerlo porque puede venir de una mente confusa. Debemos preguntarnos si se trata de un deseo propio o de algo mental, aunque a veces puede proceder del plano divino. Hay mucha gente que quiere olvidar lo vivido, sus recuerdos, pero eso no es posible, solo podemos cambiar nuestra forma de reaccionar ante esos recuerdos y experiencias. Esto puede ser un factor que contribuye a que cada vez encontremos más gente que padece alzheimer o demencia senil, cuya mente está confusa pero no su espíritu que es consciente de todo. Por eso, cuando hablamos delante de ellos tenemos que cuidar nuestras palabras para no hacerles sufrir, no debemos hablar de conflictos ni de cosas desagradables a su alrededor. Al igual ocurre con los enfermos en estado de coma. Por eso si queremos irnos tranquilamente, es fundamental aprender a morir conscientemente. Por eso también es importante irnos a dormir conscientemente., ya que cada noche nuestro espíritu realiza un viaje astral y abandona nuestro cuerpo para ir a otros planos de consciencia.
Si antes de ir a dormir comemos alimentos dulces o bebemos alcohol, el volumen de azúcar en sangre impedirá que nuestro espíritu se eleve a planos superiores y al día siguiente nos sentiremos deprimidos, desanimados o con poca energía.
El Cambio climático, desde el punto de vista espiritual, es el reflejo físico a través del cual nuestro planeta se hace eco de la crisis mundial que padece la humanidad. El cuerpo físico está sometido a diversas enfermedades, pero el alma nunca.
En cada encarnación tenemos la oportunidad de aprender que somos Uno con Dios.
Elegimos el momento en que queremos venir a la Tierra, el país y la familia en la que nacemos, así como las experiencias que necesitamos tener para aprender lo que necesitamos para avanzar en el proceso de evolución espiritual.
Casi siempre pensamos que la vida es muy difícil, pero si miramos la vida como una oportunidad para crecer y llegar a la siguiente encarnación con un mayor nivel de consciencia, podemos vivir con más fe y menos miedo, y tendremos menos confusión mental. En la situación actual, encontramos con que el número de personas que sufren depresión está aumentando enormemente, así como el número de enfermedades alérgicas. 1/ 150 niños es autista. El número de muertes por suicidio crece por días, así como el uso de drogas y otras sustancias que alteran nuestra mente, y también los casos de alcoholismo. Cada vez hay más jóvenes que quieren abortar y más parejas rotas. También a nivel de catástrofes naturales, vemos que se producen más sunamis, terremotos, inundaciones, incendios y otros desastres de graves consecuencias. La gripe aviar, la peste porcina o la epidemia de las vacas locas son causadas por el desequilibrio existente. Siempre han existido estos problemas, pero no como ahora, en cuanto a proporción e intensidad.
El por qué es que nos hemos alejado mucho de la naturaleza, de la Vida y Dios nos habla a través de ella para que tomemos consciencia de esto.
Donde hay sunamis y terremotos hay mucha tristeza, es el llanto de la gente que vive allí, es la confusión mental ante el sufrimiento. Los incendios son resultado del fuego de la gente que arde por dentro.
El Espíritu me dijo que durante los años 2007, 2008 y 2009 sucedería todo esto.
También lo decía Nostre Damus, la Biblia y otros manuscritos. Nos hemos alejado mucho de la paz mundial. Hay 56 conflictos armados en todo el planeta. Si nos ponemos en el lugar de las madres y de las mujeres de los soldados, veremos su sufrimiento. Pero el mundo no va a acabar en el 2012. Va a producirse un gran cambio de consciencia y todos podemos ayudar a ello, a través de la oración, la meditación y la alimentación podemos favorecer el equilibrio necesario. Todos somos parte de ese proceso. Todos tenemos la responsabilidad de cambiar esta situación con la vuelta a la simplicidad de vida.
Estamos en una encrucijada: crisis= cambio. Vamos de la oscuridad a la luz, de la Era de Hierro a la Era Dorada de la Luz. En los años 2010,2011 y 2012 vamos a ver a mucha gente en todas partes unidos por la Paz Mundial.
Cabe destacar que todo lo recaudado por la Dra. Rossner en sus conferencias y consultas privadas es destinado a los proyectos que ha creado en África para ayudar a niños de la calle y con necesidades especiales.