sábado, 29 de octubre de 2011

EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE POR RAYMOND MOODY


Raymond Moody estudió filosofía y se licenció en la Universidad de Virginia donde obtuvo un B.A. (1966), un máster (M.A., 1967) y un doctorado (Ph. D., 1969) en dicha especialidad. También obtuvo un doctorado en psicología en la West Georgia College, donde más tarde sería profesor. En 1976, le concedieron el doctorado (M.D.) en el Medical College de Georgia. En 1998, Moody fue designado Chair in Consciousness Studies en la Universidad deNevada, Las Vegas. Tras obtener su doctorado, Moody trabajó como psiquiatra forense en el hospital estatal de máxima seguridad de Georgia. Raymond Moody es mundialmente famoso por haber escrito el libro Vida después de la Vida, uno de los libros mas vendidos y traducidos del mundo del cual se estima que se han vendido unos 110 millones de ejemplares desde que salió a la luz en 1975. Se trata de un estudio sobre los fenómenos psíquicos que acontecen en los momentos próximos a la muerte. Se hizo una película con el mismo nombre de su libro más famoso; Vida Después de la Vida (Life After Life), película con la que ganó una medalla de bronce en la Categoría de Relaciones Humanas (Human Relations Category) del Festival de Cine de Nueva York (the New York Film Festival). También le concedieron el Premio Mundial Humanitario (World Humanitarian Award).
Para cualquier estudioso del tema es una gran responsabilidad hablar de esto.
El Doctor Moody es master y profesor en filosofía. Especializado en la lógica y el griego antiguo. Después estudió Medicina y se especializó en psiquiatría, ejerciendo como psiquiatra forense. Para él es muy solemne hablar de esto por tres razones:
1.- el tema de la vida después de la muerte es muy complejo y difícil.
2.- Su héroe académico es Platón, quien enfatizó la gran trascendencia del tema de la muerte, diciendo: aunque es la experiencia más importante, también es la más difícil”. Platón creó el sistema universitario en Atenas y hoy día continúa siendo vigente en todas las universidades.
3.- Cuando un doctor habla de la vida después de la muerte, a menudo los que escuchan son personas en duelo por la muerte de un ser querido. Este es el motivo que les lleva a interesarse por el tema. Por eso cualquier investigador que hable del tema de forma afirmativa les pone en una posición muy vulnerable, aunque también les da mucha esperanza. Y sabe que estas personas tras escucharle a él, escuchan a continuación a otros investigadores que niegan lo que él afirmó y entonces se sienten desilusionados y desconsolados, porque el dolor que había desaparecido regresa de nuevo y estarán enfadados al pensar que les ha engañado o se sentirán confundidos.
Por todo esto, para él es muy serio hablar como lo hace. Su mensaje es genuino porque tiene una explicación racional, a partir de sus investigaciones y las de otros compañeros que se basan en los últimos estudios con la conclusión de que “Sí existe la vida después de la muerte”. Porque cualquier pieza de su investigación está consolidada por la validación de otros investigadores. No lo dice como una creencia personal, sino superando retos de los más escépticos de sus colegas y siendo finalmente aceptado. Este tema tendrá implicaciones en campos como el de la Psicología, la Medicina, la Cosmología y la Física. Y basa su confianza en el conocimiento de otros investigadores expertos en estos campos. Él les pidió que buscaran errores o defectos en sus propias investigaciones y todos de manera unánime le contestaron que no los había y que su trabajo era muy válido.
Pero como cualquier estudio, el suyo lleva un tiempo hasta su integración en la sociedad. Los primeros que lo integrarán en su comprensión serán los cognitivos, racionalistas o mentales. Será gente que disfrute pensando o experimentando por mera curiosidad; luego serán los analíticos y lógicos y a continuación los enfermos y la gente que tiene paciencia para escucharle. Por último, quienes tienen sentido del humor. Cuando la gente explore esto tendrá un despertar hacia una nueva dimensión del ser humano que se expandirá al resto de la Humanidad.
Divide su presentación en tres partes:
1ª) Investigaciones sobre experiencias cercanas a la muerte en las que basó su famoso libro: “Vida después de la Vida”.
2ª) Su reciente investigación que le entusiasma y que se publicará próximamente en un nuevo libro.
3ª) Explicará cómo sus investigaciones romperán el hielo en la gente que quiera ver el tema desde el punto de vista racional.
Después retará a los doctores y estudiantes del público a que le cuestionen o que le objeten.
1ª) El Doctor Moody no pertenecía a una familia religiosa. Su padre era cirujano y militar profesional. Era una persona muy autoritaria y participó en la Segunda Guerra Mundial. Pronto, al crecer sintió interés por la astronomía. A los 7 años construyó su primer telescopio. Durante sus estudios universitarios de Filosofía, y tras leer la República de Platón, obra que tiene mucho que ver con la experiencia de la muerte, decidió que quería ser filósofo. Era el año 1962 y en 1965 tuvo una experiencia inolvidable mientras cursaba su tercer año de Filosofía. Uno de sus profesores le dijo que en Virginia había un doctor que tres años antes había sido declarado muerto, era el profesor Richi que impartía clases de psiquiatría. R. Moody fue a una de sus charlas para escucharle y a partir de ahí su vida cambió. En 1969 se graduó en Filosofía y comenzó su carrera como profesor. Empezó a escuchar historias parecidas de sus estudiantes a cerca de experiencias cercana a la muerte. En 1975 publicó su libro “Vida después de la Vida” y a partir de este momento, comenzó a escuchar a muchos médicos que le afirmaban haber tenido pacientes, que les habían contado sus experiencias cercanas a la muerte. En las experiencias cercanas a la muerte de pacientes que han sufrido una parada cardíaca se da casi siempre la misma estructura:
1º. Escuchan un sonido como un zumbido, una nota musical o una melodía maravillosa. En ese mismo instante, escuchan a un médico o enfermera decir “se nos ha ido”, “no hay nada que hacer”, o “se ha muerto”. Cuando escuchan esto, se sorprenden mucho, pues se sienten más vivos que nunca. Sienten su estado de consciencia más elevado que nunca y tienen una perspectiva diferente de la situación, se elevan sus cuerpos y miran desde el techo de la habitación del hospital, ven su cuerpo físico que yace en la mesa de operaciones. Dicen que a pesar de estar fuera de su cuerpo físico, sienten que aún tienen un cuerpo, afirman que es algo muy difícil de explicar con palabras.
Que este cuerpo tiene forma y extremidades, pero que posee propiedades muy raras, por ejemplo: ven que pueden comprender el lenguaje técnico con el que intercambian sus opiniones los médicos y enfermeras.
Que lo captan pero no de forma física, sino sensitiva y que intentan hablarle a los médicos sin obtener respuesta. Se preguntan ¿Cómo es posible que esté aquí arriba viendo mi cuerpo? Se extrañan de que nadie les conteste, frustrados intentan tocarles pero viendo cómo su mano atraviesa el cuerpo físico sin que sientan nada.
Entonces, toman conciencia de que es probable que estén muertos y entran en un estado de consciencia difícil de explicar, da igual la clase social, ni cuántos idiomas hablen, es absolutamente indescriptible. Intentando acercarse a una explicación que lo defina, todos dicen que se acercan a un pasillo o túnel y que lo atraviesan hasta llegar a una luz luminosa y confortadora, más brillante que ninguna que hayan podido ver antes, pero que no les molesta a los ojos. Los únicos sentimientos que sienten son paz, confort, alegría y compasión. Bajo el efecto de esta Luz experimentan un Amor que nunca antes habían vivido. En esa luz se encuentran con familiares y seres queridos fallecidos que les reciben. Todos afirman que los ven cambiados y diferentes de cómo los veían aquí. Los encuentran más vitales y más rejuvenecidos. No los reconocen en su cuerpo físico normal porque allí tienen un cuerpo diferente. Se reconocen de corazón a corazón, o de mente a mente. En estos instantes la luz se intensifica y ellos la describen como un Ser personalizado de Amor incondicional y de compasión. Los cristianos le llaman Cristo, los judíos dicen que es un Dios o un ángel y gentes de otras religiones usan otros nombres. Pero siempre coinciden en que es una entidad personalizada con mucho Amor. Entonces todo lo demás desaparece y ven un color tridimensional que se mueve de manera holográfica y panorámica. En ese momento ven cada acción que han realizado en esta vida, acompañados de este ser de Luz y de Amor. La gran dificultad es expresar en palabras la duración del tiempo en que transcurre esa vista panorámica, porque sucede de forma instantánea, todo a la vez, cada imagen y cada acción. Al intentar explicarlo, deben hacerlo de forma secuencial, a pesar de que su experiencia no lo fue. Otra característica es que no perciben las acciones de la misma manera que cuando las vivieron en la Tierra, porque se ven como si fueran otra persona, pero sintiendo el efecto que nos ha producido cada acción. Si por ejemplo vemos que estamos cometiendo una mala acción a otra persona, sentimos y somos conscientes de lo que ha sentido esa persona, sentimos su malestar y su tristeza, si es una buena acción, sentimos su alegría y su bienestar. Nos volvemos empáticos. El Ser de Luz que les acompaña está ahí para ayudarles a comprender, pero no existen ni las palabras ni la voz, sino que la comunicación se produce a través de la consciencia. Este Ser les pregunta: ¿Cómo has aprendido a amar? Todos sus pacientes los pacientes que les han contado sus experiencias cercanas a la muerte, utilizan tres formas de expresión para contar su regreso a la Tierra:
1.- unos dicen que no saben cómo lo hicieron, que de pronto todo desapareció y se vieron de nuevo en el hospital.
2.- otros dicen que les han dicho (el Ser o un familiar), que debían volver para acabar su trabajo en la Tierra, pero sin ninguna razón concreta de para qué, aunque más tarde la pusieron descubrir.
3.- les dieron a elegir entre volver a la Tierra o quedarse allí. Y por supuesto, los que regresaron es porque eligieron hacerlo.
Estas experiencias tienen unos efectos secundarios muy potentes. Todos afirman que lo más importante en esta vida es aprender a amar, no importa la meta que hayan llevado hasta entonces. Su experiencia como psiquiatra le dice que el ser humano siempre busca algo. Algunos buscan poder, esto es difícil de comprender para él porque no se explica como se puede tener sobre uno mismo. Otros buscan la fama y no se identifica con ellos porque es demasiado tímido. Otros el dinero, pero él nunca lo ha hecho. Y para otros la búsqueda es para obtener conocimiento, él se identifica con estos últimos. Pero para aquellos que han tenido experiencias cercanas a la muerte, su búsqueda cambia y a partir de ahí dejan de sentir miedo por la muerte y buscan relaciones humanas más amorosas. Se dan cuenta de que la muerte es una transición. Todos se sienten con una vitalidad renovada por querer saber y vivir, y por comprender. Muchos vuelven a la Universidad para estudiar y saber más a cerca de la muerte. Tras los 44 años que lleva escuchando a sus pacientes, no le resulta algo rutinario, sino todo lo contrario. Hace 5 años asistió a un Congreso Internacional sobre la Consciencia en Kansas. Allí conoció a una mujer de EEUU muy conocida por ser una psicoterapeuta de gran prestigio mundial. Ella le contó lo que le sucedió a su hijo 4 años antes, cuando tenía 30 años y era bombero. Entonces, padecía de un neurisma aórtico y le operaron con éxito. Al mismo tiempo que le llevaban al quirófano para la intervención, su esposa entraba al paritorio para dar a luz. Cuando comenzó a recobrar la consciencia tras la operación, le contó a su madre que mientras sufría la parada cardiaca, salió de su cuerpo y mientras subía por el túnel, vio a su hija que iba a nacer. Ella le cogió de la mano y le llevó de nuevo a la Tierra. Durante los tres meses de su recuperación, le pusieron a su hija recién nacida en el pecho. En el momento de contarle la historia, la niña tenía 4 años y padre e hija se sentían muy unidos.
Otro caso, hace unos años en Atlanta, una mujer de 30 años que era muy respetada como música y artista, padecía de un neurisma cerebral sin posibilidad de operación.
La familia buscó por todos el mundo a un doctor que les pudiera ayudar. En Arizona encontraron un grupo de cirujanos que estaban llevando a cabo nuevas operaciones en el cerebro. La llevaron hasta allí y la operaron en una camilla con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo. Comenzaron a enfriar el cuerpo de la mujer y pararon su corazón. Entonces elevaron la parte de la camilla que soportaba la cabeza y succionaron toda la sangre del cerebro. Durante este tiempo comprobaron la frecuencia de su cerebro a través del encefalograma. Sin presión sanguínea pudieron acceder al cerebro de la mujer e intervenir el neurisma. Después, comenzaron a calentar su cuerpo y su sangre, que subió de nuevo al cerebro. Entonces, empezaron a resucitar su corazón, pero después de la operación, ella contó que había dejado su cuerpo y pudo describir las herramientas que habían utilizado los médicos. Describió su viaje hacia la luz y que un tío suyo le dijo que tenía que regresar. Volvió a ser la misma artista y música famosa que era antes de la operación.
En la actualidad, en Occidente se habla con frecuencia de este tema en el campo científico. Hay muchos científicos escépticos que intentan explicar estas experiencias como algo alucinatorio fruto de una reacción bioquímica. Cuando alguien muere, su cerebro pierde oxígeno y eso produce las reacciones alucinatorias. Pero hoy en día, esta teoría está siendo rechazada y descartada. Nos hablan de un fenómeno incluso más importante que estas experiencias cercanas a la muerte, porque los componentes de estas experiencias se trasladan a la gente que les rodean. En diciembre de 1972, mientras estaba en la librería del centro médico, en su primer año como médico, estaba consultando una revista y una mujer se le acercó y se presentó. Enseguida la reconoció porque la había visto en una fotografía que hay en una sala de la Universidad. Le dijo que le quería contar una historia que le había ocurrido hace varios años y le llevó a su oficina. Le explicó que había nacido en una familia no religiosa y de médicos, unos meses antes había tenido la desafortunada experiencia de tener que resucitar a su madre, pero finalmente esta murió. Le contó que ella sintió cómo su espíritu dejaba su cuerpo y se elevaba junto al de su madre, desde arriba podía ver a sus cuerpos físicos. Se sentía confusa y miraba a su alrededor para ver lo que ocurría. Entonces vio el cuerpo de su madre bajo una forma espiritual, se despidió de ella amorosamente y la vio ir hacia una luz brillante que emanaba de una especie de tubo. En esta luz, observó a sus seres queridos que venían para recibir a su madre, entre ellos había gente que ella desconocía pero que eran también sus ancestros, a los que no había conocido. Entonces vio una especie de reunión de esa gente con su madre para después introducirse en el tubo e irse hacia la luz. Al entrar en el tubo, este se cerraba en espiral como una cámara de fotos. Entonces ella se vio de nuevo en su cuerpo físico junto al cuerpo físico de su madre muerta en la cama del hospital.
Esta fue la primera experiencia del fenómeno que él llama experiencia empática de la muerte, que suele ocurrir a los seres queridos de la persona que muere, aunque también sucede a veces a médicos o enfermeras que se encuentran junto al que muere. ¿Por qué no ha escrito nada de esto en su libro famoso? Porque solo ha escuchado un caso y por mantener el secreto de este testimonio. Pero desde aquel momento ha tenido miles de casos de personas que le han contado sus experiencias compartidas de experiencias cercanas a la muerte. Estas personas que se encuentran al lado del que muere hablan de que escuchan música o sonidos, ven salir al espíritu y abandonar el cuerpo físico. También ven una esfera compleja de colores o de luz dorada que se eleva y se va. Y también cuentan que toda la habitación se ilumina con una luz de mucho Amor y que los seres queridos vienen a recibir al cuerpo espiritual del que se va. Ven cómo sus propios cuerpos espirituales acompañan a ese ser que se va hasta que llegan a la luz y regresan, entonces ven su propio cuerpo físico junto al del fallecido.
Para finalizar su exposición, nos habla de la parte más difícil de entender. Y es que algunas personas que acompañan al que muere participan de la vista panorámica o de revisión de su vida. Hace 4 ó 5 años una señora le contó lo sucedido al fallecer su marido, con el que había estado casada durante 50 años, eran amigos desde la infancia, a los 17 años quedó embarazada. En aquella época, en Georgia estaba muy mal visto tener un hijo fuera del matrimonio. No sabían cómo contárselo a sus padres y no barajaron la opción del aborto, así es que se casaron. Era 1950 y no había métodos para averiguar el sexo del bebé. Durante el embarazo, abortó de forma natural, pero la pareja siempre tuvo la sensación de haber engendrado un niño varón y se comunicaban con él a pesar de no haber nacido vivo. Por problemas de esterilidad/ fertilidad no pudieron tener hijos. Al cabo de bastantes años, el marido enfermó de cáncer y empeoró rápidamente. Ella decidió dejar su trabajo en el banco desde el mismo día que le dieron la noticia para cuidarle y permanecer inseparablemente a su lado. Mientras moría en el hospital, ella vio junto a su marido la visión panorámica de sus vidas, donde compartían numerosos momentos. Ella describía al Ser de Luz, de Compasión y de Amor que les acompañaba y les ayudaba a comprender todo lo que veían. Había partes bloqueadas como con un panel, que les impedía ver y este Ser les explicaba que no era un secreto para ella, sino que aún no era el momento adecuado para que ella lo viera. Cuando llegaron a la parte de su relación en la que se produjo el embarazo, vio a una niña bajo la forma espiritual que aparecía y les explicaba que era la niña que habían perdido. En esos instantes, el marido se fue, adoptando un cuerpo transparente y ella regresó a su cuerpo físico.
El Dr. Moody ha oído y conocido muchos casos en distintos lugares del mundo. En su opinión esto echa por tierra a los escépticos a cerca de estas experiencias. En el caso de la persona que muere, se puede pensar que dichos fenómenos fueran consecuencia de la reacción bioquímica del cerebro del que fallece al perder oxígeno, pero ¿y cómo se explica esto en las personas que están a su lado? ¿Cómo se explica científica y racionalmente? Las experiencias que tenemos sobre la muerte no coinciden con las que provienen de la lógica del principio de Aristóteles. Como filósofo, si me pregunto ¿podemos tener pruebas lógicas razonables de que existe la vida después de la muerte? La primera respuesta de David Hume, filósofo que murió en 1776, aportó el método racional desarrollando la “causalidad” y habló de la razón inductiva, que es distinta del racionamiento deductivo. El inductivo es el que tiene en cuenta la ciencia. Los científicos dicen que esta fue una de las afirmaciones más importantes a cerca de la experiencia cercana a la muerte. D. Hume dijo que “para la razón de la luz parece muy difícil probar la inmortalidad del alma”. Y todos estaremos de acuerdo. Pero continuó diciendo: “que son necesarios nuevos métodos y nuevas facultades mentales para comprender esta forma de lógica”. Si pensamos en que son necesarios nuevos métodos de lógica, resulta muy difícil esperar que esto sea posible, porque la lógica que hemos seguido hasta ahora (la de Aristóteles) ha sido válida durante 23.000 años y la usamos cada día en nuestra vida cotidiana y también dentro de la ciencia.
También harán nuevas facultades mentales o poderes mentales, lo que también parece complicado si pensamos que conocemos bastante bien nuestra mente.
Los científicos piensan que cuando él dijo esto fue irónico y quiso decir que esto nunca ocurriría. R. Moody afirma estar convencido de haber resuelto esto, porque ha desarrollado un paquete de nuevos métodos lógicos, que son una extensión de los principios de Aristóteles, que incluye una nueva área. Estos principios nuevos logísticos abren una parte de la mente que desconocíamos hasta ahora. Estos principios tendrán muchas implicaciones en otras áreas como la Medicina, la Historia, la Psicología, la Cosmología y la Física. Muchos expertos en estos campos han afirmado que su trabajo es razonable, lo que va a permitir investigar de forma diferente las E.C.M. Recientemente está trabajando en un proyecto de un programa intensivo con expertos de estas áreas para explicarles sus investigaciones. Es un programa educativo que conlleva que estos expertos también escriban y desarrollen estas investigaciones. Él observa cómo los participantes de este programa abren su mente y por eso piensa que cuando tengan una experiencia cercana a la muerte, las comprenderán mejor y serán capaces de explicar lo que les ha ocurrido.
Para explicar estas nuevas facultades mentales necesita dar unos cuantos conceptos básicos de astronomía. Todos hemos oído que algunas estrellas “la llamamos alfa o de otra forma” están a 3.400 años luz de distancia, y un año luz es la distancia de la luz que viaja a 180.000 millas/año. Así pues, un años luz es muchísima distancia.
¿Cómo hemos hecho para averiguar esto? En 1920 el primer científico usó el parallax como método para averiguar esto. La teoría mecánica de Newton dice que el Sol está a 93 millones de millas de la Tierra. Los conceptos antiguos hablan de viajes, pero las nuevas fórmulas hablan de un análisis teológico al que le concierne la meta de esta experiencia. Esto da una perspectiva distinta de visión, porque se ve desde otro ángulo. Hay dos casos ya que le permiten seguir con estas investigaciones pero necesita más casos para crear un “patrón”.

Conferencia de Raymond Moody en el Seminario Vida después de la Vida 2009























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